¿Existe el cuero sostenible? | Cómo es la industria del cuero
Existen muchas dudas (y mitos) sobre el impacto medioambiental del cuero. ¿Es natural ya que viene de un animal? Si nos preocupa la moda sostenible está pregunta NO es importante. Porque natural no es sinónimo de bueno. Debemos fijarnos en aquello que podemos medir, por ejemplo: las emisiones de efecto invernadero, el gasto de agua o los vertidos contaminantes.
Antes de revisar estos datos toca desmentir la mayor mentira de la industria del cuero:
El cuero no es un subproducto de la industria cárnica
La piel de las vacas no es algo que sobre. La industria de la moda no aprovecha pieles que se vayan a tirar a la basura. El 26% de los ingresos globales de los mataderos proviene de la venta de la piel (1). Sin duda 1/4 de los beneficios no puede considerarse subproducto.
Cuando se calcula la huella ecológica de la carne se tiene en cuenta que parte del impacto medioambiental de la ganadería hay que asignárselo al cuero. Lo mismo ocurre con los lácteos. Así obtenemos datos como estos:
Producir un bolso de piel tamaño tote gasta 17.128 L de agua (2)
Se gasta tanta agua primero por todo el gasto asociado a la ganadería. Después toca curtir la piel. Si la piel se dejase al natural sería como la carne, es decir, al poco tiempo fuera de la nevera se pudriría. El curtido es el proceso químico necesario para transformar la piel de un animal en un tejido con el que se puede coser. Antes de adentrarnos en los detalles de este proceso hay una gran pregunta: ¿cuánto contamina la polipiel? Igual que la carne tenemos que compararla con las lentejas, el cuero lo compararemos con sus sustitutos.
El poliuretano (PU), conocido como polipiel, es el sustituto tradicional. En los últimos años se han desarrollado tejidos parecidos al cuero mucho más sostenibles que el PU. Aún así, producir polipiel implica un gasto de agua 14 veces menor que la producción equivalente de cuero. Un bolso de cuero sería 447 duchas, uno de polipiel 32.
El agua no es el único impacto medioambiental del cuero. Sin duda, también son importantes las emisiones de efecto invernadero de esta industria.
Un bolso tamaño tote de cuero implica emitir 100.5 kg de CO2eq; uno igual de polipiel serían 14.4 kg (3)
Una vez más la diferencia es abismal. Aún por encima la polipiel es el peor sustituto. Cada vez hay más opciones de cuero vegano hecho a partir de vegetales en vez de plástico.
Si estos números te sorprenden te resumo en la explicación en una palabra: METANO. La ganadería de vacuno es de las principales fuentes de metano y esta es una gran noticia. Porque los cambios son fáciles. Si ya tienes una colección de bolsos de cuero no hace falta que los tires. La moda más sostenible es la que ya tenemos en el armario. Cuando necesites un bolso nuevo entonces puedes echarle un ojo a estos bolsos de cuero vegano.
Aunque estos datos ya muestran claramente que el cuero no es sostenible aún falta hablar del proceso de curtido.La industria de la moda está trabajando en grandes campañas de greenwashing para seguir vendiendo botas, cinturones y bolsos de cuero. Constantemente se inventan nuevas etiquetas y certificaciones. No funcionan.
El 90% del cuero mundial se curte con químicos como el cromo, formaldehido y el arsénico (4).
La certificación LWG (del inglés Leather Working Group) no considera todo el impacto medioambiental de la ganadería antes de llegar a las fábricas de curtido. ¿Y cómo decide que una fábrica se merece la certificación? Con una auditoría de 2 días en la que no hablan con ningún trabajador.
Hay zonas enteras de China que se conocen como “pueblos de cáncer” (5). Se ha externalizado el curtido a países como China e India porque este proceso tan contaminante sería ilegal en la mayoría de países de occidente debido a la evidencia científica que relaciona la exposición a ciertos químicos y el desarrollo de cáncer.
Hay quien considera que la ética y la sostenibilidad son dos ambitos independientes. Lo cierto es que para producir el cuero las vacas sufren inmensamente en los mataderos. También es cierto que los trabajadores y toda la población entorno a una fábrica de curtido sufre enormemente.
Desde Sostenibilidad Interseccional divulgamos con una doble visión. Queremos mitigar los efectos de la crisis climática porque a (no tan) largo plazo va a traernos muchos problemas. También queremos divulgar para quienes ya están sufriendo las consecuencias. Primero llega la información, después la acción.
REFERENCIAS