¿Qué es el Zero Waste?
La crisis ambiental, la lucha por la supervivencia, ha traído al frente varios movimientos y conceptos. Uno de los más sonados es el #ZeroWaste. Aunque nos referimos a ello como una corriente que aplicamos sobretodo en nuestras casas, lo cierto es que nació en el ámbito industrial-empresarial. Los programas Zero Waste tenían la intención de promover industrias que maximizaran sus recursos y minimizaran sus residuos. Una cadena de montaje eficiente trae beneficios tanto a nivel medioambiental como económico, puedes leer más sobre el tema aquí. Estos programas se fueron aplicando sin mucho revuelo por múltiples industrias, hasta que algunas personas trajeron el concepto a sus hogares. Después empezó el juego del teléfono escacharrado. ¿O debería decir del hastag escacharrado?
El doble filo de las redes sociales. Permiten que se extienda la información, pero se pierde el control sobre el mensaje. Tengamos en cuenta los inicios, la Zero Waste International Alliance formalizó la definición en 2002:
Pero claro, esto no nos cabe en un hastag. #sinplastico queda mucho mejor. Mi sensación es que estas simplificaciones sobre el significado de zero waste han hecho que se perciba este movimiento como un manual de normas inalcanzables. Nadie produce cero basura. Nadie. Al menos no en el sistema que actual.
El zero waste, el de verdad, no es un cambio de normas, sino de mentalidad. Como todo cambio; se trata de un proceso: te paras, miras tu cubo de basura y empiezas a pensar ¿cómo ha llegado todo eso ahí? Este es el punto de inflexión. Si solamente nos planteamos el cómo es muy fácil caer en la culpa y las normas. Avancemos, preguntémonos por qué generamos ciertos residuos.
¿Por qué cada mes tiraba tantas compresas a la basura? Porque estaba convencida de que era mi única opción. Creía que solamente podía decidir entre tirar tampones y tirar compresas. A alguien por ahí le salía muy rentable que no conociese la copa menstrual. Otro ejemplo, ¿por qué tengo un paquete de pastillas? Porque me las recetó el medico y cuando termine el tratamiento llevaré los residuos al punto sigre de la farmacia. No es la misma situación.
Cada vez que nos preguntemos esto encontraremos respuestas un poco diferentes, lo importante es el desarrollo de la consciencia. El objetivo no es llegar a cero, sino mirar a la cara al problema social de consumo, aceptar que existe y actuar. Como sociedad hemos entrado en un circulo vicioso de “usar y tirar”. El Zero Waste es la respuesta consciente en busca de una economía circular que no entierre nuestro planeta en basura.
No podemos dejar que este movimiento se convierta en una serie de fotos bonitas con pajitas de metal. El consumidor Zero Waste va más allá. Conoce la magia de reutilizar, de los pequeños hábitos que marcan la diferencia y conoce los trucos de las empresas para cambiar su imagen sin cambiar sus niveles de contaminación.
Yo sin duda sigo formándome. Sí, algunas empresas han conseguido engañarme. Sí, he comprado algún artículo Zero Waste que no necesitaba. Sí, he aprendido y desarrollado mi consciencia en el proceso. Y sí, esto tiene pinta de ser un camino largo. Por eso prefiero comaprtirlo y aprender en comunidad.
Muchas gracias por estar aquí leyendo mi humilde blog, pero sobre todo, muchas gracias por estar ayudando a que cambie el sistema de consumo actual que nos está consumiendo.
Un saludo,
Bárbara