Rutina Facial Sostenible | Baño Zero Waste Parte II
Cuidar la piel y el planeta. Aunque en la escala global no diría que es una prioridad (aquí las acciones climáticas más efectivas), es un hábito crucial. Es un ejemplo de nuestra forma de consumo. Es una oportunidad para seguir evolucionando hacia la sostenibilidad.
Envase, ingredientes, producción… ¿en qué nos fijamos para escoger cosmética sostenible? En todo. ¿Cómo hacemos para no colapsar en el intento? Siendo minimalistas y realistas.
Analizar el impacto medioambiental de los cosméticos tiene su complicación. Lo que está claro es que sobreconsumir siempre es insostenible. Y también sabemos que van a intentar vendernos cientos de productos que no necesitamos. Por eso necesitamos aplicar el minimalismo. Si no lo necesitas no es sostenible.
Si crees que eso significa no usar ningún producto en absoluto… es tu elección. Dicho esto, no hace falta renunciar a la salud de la piel. Los pasos de la rutina facial pueden ser muy sencillos y efectivos.
Por la maña tu piel solo necesita tres productos:
Limpiadora o jabón fácial: a mi me gusta en pastilla/sólido porque viene con menos envases y es más sostenible el envío. También suele ser más barata a la larga. Si no te gustan los jabones sólidos también las hay en formato líquido.
Hidratante: una crema, tan simple o tan específica como prefieras. Si te cuadra en el presupuesto puedes escoger una crema en bote de vidrio.
Protector solar: no es solo para la playa. Cada día que salgamos de casa necesitamos usar protector solar. Tanto por salud como por estéticas.
Tras el minimalismo, el realismo. Porque yo he sido de esas personas que ni se acercaban a una crema. Conozco todas las excusas.
Aunque “solo hayamos dormido” por la mañana necesitamos jabón. Nuestra piel produce grasa constantemente. Es sus sistema de protección. Sin embargo, esa grasa al acumularse causa acné y muchas otras impurezas. Una buena limpieza es siempre la base de una buena rutina facial.
El limpiador facial no se puede sustituir ni por jabón de manos ni de cuerpo. La piel de la cara es diferente. Y además, podemos tener diferentes necesidades. Fíjate para escoger una limpiadora adecuada (para pieles sensibles, mixtas, secas, etc.). Este producto está muy poco tiempo en nuestra piel, por lo que no tiene sentido gastar de más en “extras”. Si buscas algún tratamiento, mejor en la crema.
El protector facial no es negociable. El 95% del daño de la piel es por exposición solar. No son arrugas de envejecimiento. Son arrugas de años y años al sol. Necesitamos mínimo SPF 30.
¿Y una crema hidratante con protección solar? Es una protección bastante peor. Aún así, es mejor que nada.
Por la noche también es una rutina mínima de 3 pasos. Y si quieres uno extra:
Limpiadora oleosa o desmaquillante: maquillaje, contaminación, protector solar… A lo largo del día se acumula una capa en nuestra cara que solo puede disolverse en una limpiadora grasa. Casi siempre se anuncia como desmaquillante.
Limpiadora facial: una vez disolvemos toda la capa de suciedad, con este segundo paso la retiramos. Lo normal es que usemos la misma que por la mañana.
(Opcional) Tratamiento: serum, exfoliante, mascarilla, etc. Si tu piel necesita algún cuidado extra, este es el momento de aplicarlo.
Hidratante: sellamos todo con una crema para que se absorba bien por la noche.
Ahora toca una sección anti mitos. Porque si hay algo en lo que coincide el mundo Zero Waste y el mundo de la cosmética, son los mitos.
El aceite de cocinar no va en la piel. Ni el de oliva ni el de coco. Son aceite comedogénicos que taponan los poros y causan acné. Si te vas a arriesgar a usar directamente aceite en vez de una limpiadora… al menos que sea una aceite para la piel. Como el aceite de argán o el de almendras.
Un tratamiento al día suele ser suficiente. Si tienes varios problemas en la piel combina varios tratamientos en días distintos. Mezclar productos puede empeorar su eficacia y hasta ser peligroso para la piel.
Las pieles grasas también necesitan crema hidratante. La grasa no sustituye el agua de la piel. Si no te pones crema porque la textura te incomoda, prueba una crema estilo gel.
Cuidado con las recetas caseras. Si no estás buen informada y no sabes reconocer cuales son peligrosas, es mejor no arriesgarse.
Por último, algunos cosmético son más sostenibles en plástico. Esto pasa a menudo con el protector solar. Si el envase hace que el producto caduque antes… ¿de verdad nos conviene? Fíjate en los esfuerzos que hacen las marcas en conjunto. Quizás no hayan encontrado el envase perfecto, pero sí unos ingredientes mucho mejores.
¿Tienes alguna pregunta? Recuerda que siempre tienes la sección de comentarios disponible. Antes de despedirme quiero dejarte un descuentos. Por el artículo he dejado banners de marcas con las que he tenido una buena experiencia. Todas son marcas veganas que no testan en animales y tienen medidas para reducir su impacto ambiental. Para la última marca que te recomiendotengo además un descuento:
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Espero que este artículo te haya servido para crear tu rutina de skincare minimalista. Nos leemos la próxima semana y por redes sociales.
Un abrazo,
Bárbara
