Baño Sin Plástico (I) | Básicos Zero Waste
Hay muchos consejos sobre cómo reducir el consumo plástico, y residuos en general, de nuestra vida. Yo he probado de todo. En mi experiencia para evitar agobios suele ayudar ir por secciones. Baño, cocina, mochila, etc. Hoy quiero comentaros algunos ejemplos sencillos para que en nuestro baño se genera cada vez menso basura. Lo dicho, sencillos. Siempre aplico la ley del mínimo esfuerzo. Es decir, que con acciones pequeñas consigamos los mayores beneficios posibles. Estas son mis recomendaciones de productos zero waste para conseguirlo.
Cuando hablamos de jabones sólidos el primer beneficio que suele venirnos a la mente es que vienen sin plástico. En realidad hay uno mucho mayor. Un bote de gel es 90% agua. Eso significa que estamos pagando por agua a precio de lujo y, aún peor, estamos pagando por que camiones enormes quemen gasolina para mover agua que podríamos mover a través de tuberías sin emitir tantos gases contaminantes. ¿Cómo te quedas?
El transporte de una pastilla de jabón emite aproximadamente 90% menos que su equivalente en líquido. Un gran ejemplo de un pequeño cambio, como lo es lavarnos las manos con pastilla en vez de gel, que consigue grandes resultados. Además suele ser más barato y podemos apoyar la artesanía.
La misma lógica sobre la pastilla de jabón aplica al champú y acondicionador para el pelo en formato sólido. Nos ahorramos el plástico y un 90% de las emisiones del transporte. Sé que cambiar el champú impone más que el jabón de manos o del cuerpo. Dime en comentarios si quieres un artículo sobre cómo usarlos.
Te animo a que te informes un poco para que puedas decidir por ti, que no decida el rechazo humano a lo desconocido. Probar varios champús hasta encontrar uno perfecto para ti es lo normal, tanto en formato sólido como en líquido.
Una jabonera es esencial para que no se derrita la pastilla. Seguramente ya tengas una en casa, pero, si empiezas a cambiar muchos botes (sobre todo para un jabón de manos en cada lavabo), es posible que alguna nueva necesites.
Por cierto, no hace falta que compres muchas pastillas de jabón si tienes muchos lavabos. Puedes comprar una de las grandes y partirla con un cuchillo.
Sin duda es el producto más importante para reducir el impacto de nuestra rutina facial. Aquí afrontamos la idea clave del zero waste: el problema no es el plástico en si, sino los productos de usar y tirar.
El algodón es de los cultivos que más recurso gastas. ¿Te imaginas tirar una camiseta porque se ha manchado? Obviamente no. Entonces, ¿por qué lo hacemos con algodones de baño?
Eso sí, hay que fijarse en los certificados de sostenibilidad. No todos los algodones son iguales. Este detalle, aunque parece pequeño, fue por lo que me decidí por estos discos desmaquillantes. ¿Os gutaría un artículo analizando los datos respecto al algdón orgánico.
Uso estos discos a diario para limpiar adecuadamente mi piel. Intento aprovechar momentos de regalos (como cumpleaños y navidad) para pedir estas inversiones. Sí, inversiones. No olvidemos que duran muchísimos años.
Para asegurarnos de que duren tanto os recomiendo que lavéis los algodones dentro de la bolsa de malla para que no se pierda ninguno. Ah, y si te maquillas a diario mejor tener suficientes para no estresarte por tener que lavarlos a menudo.
Tu primer cepillo de dientes aún existe. Todos los cepillos de dientes de plástico que hemos utilizado aún existen. Este tipo de plástico no es reciclable. Acaba en los vertederos en el mejor de los casos, pero muchas más veces acaba flotando en el océano o tirado por el campo. ¿Sabías que por higiene deberíamos cambiar de cepillo cada 3 meses? Los ecosistemas no aguantan que utilicemos plástico para este uso.
Quizás pasarnos a un cepillo de bambú a nivel individual no sea el cambio que más impacto tenga en los números. Sin embargo, es el cambio que personalmente más me ha motivado. "Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo" decía Arquimedes y así me pasó a mí. Si pude dar este primer pasó, ¿por qué no iba a continuar?.
Por cierto, estos cepillos se reciclan en el contenedor orgánico municipal, una compostadira vecinal o una compostadora de jardín.
Al igual que los cepillos de dientes, las maquinillas de afeitar de plástico no son reciclables. Según si nos depilamos de vez en cuando o usamos la cuchilla casi a diario este cambio será más o menos prioritario.
Como los algodones reutilizables, si se cuida adecuadamente una maquinilla reutilizable dura para siempre. Solo hay que cambiar la cuchilla cuando deja de cortar bien. La mía tiene ya 3 años y sigue como el primer día.
Si menstruas y no utilizas la copa no sabes lo que te pierdes. O mejor dicho, lo que te sobra.
Fui la primera en probar la copa menstrual de mi grupo de amigas. En seguida se convirtió en un tema común de conversación. Todas coincidimos en que es tremendamente cómoda, pero no solo físicamente. Todo ese cajón de compresas y tampones queda liberado, al igual que todo el espacio de la maleta o el bolsillo de la mochila. Se acabó gastar dinero, espacio y tiempo de más en nuestra menstruación.
Puedes encontrarlas en farmacias, parafarmacias y muchas tiendas zero waste. La copa menstrual no es la única opción, también existen por ejemplo, las compresas reutilizables o las bragas menstruales. Cada vez hay más opciones para diferentes gustos y prioridades. En mi opinión la copa menstrual es la opción más barata y más sencilla de utilizar.
Acabo de cruzarme con un informe de la ONU sobre los residuos en España. Tiramos cada día al mar 126 toneladas de plástico. El 5% son bastoncillos de los oídos. No es algo que yo haya utilizado a menudo nunca, pero vistos los datos, es esencial que cambiemos los bastoncillos de plástico por unos naturales. Al ser 100% de bambú y algodón se reciclan en el orgánico o la compostadora. En un mes han desaparecido.
¿Y qué pasa con la pasta de dientes? ¿El desodorante? ¿La crema corporal? En mi opinión estos no son los cambios más fáciles, ni los más baratos. Si te fijas, todos los cambios que te he propuesto implican un ahorro a medio o largo plazo. Por eso considero que es tan importante empezar por aquí. Son cambios fáciles de instalar en nuestra rutina, que no requieren que busquemos entre decenas de opciones hasta identificar cuál se ajusta a nuestros gustos, nuestros bolsillos y nuestros horarios.
Dime si prefieres que con qué quieres que continue esta serie, ¿básicos para la cocina? ¿la mochila? ¿limpieza?
Un saludo y hasta la próxima,
Bárbara